EL PAPEL DE LOS PADRES IMPLICA:
o No pretender que los hijos vean las cosas como las percibimos nosotros.
o Prestarles la atención que necesitan, dejando tiempo para compartir y jugar, es decir, disfrutar con ellos.
o Evitar hacer comparaciones con otros niños, amigos, primos o hermanos.
o Escucharles cuando hablen.
o Poneos en su lugar para comprender su comportamiento.
o Les será más fácil a ellos reconocer cuando se equivocan si nosotros les reconocemos cuando nos equivocamos.
o Reconocer sus virtudes y lados positivos, fomentando su autoestima y autoconcepto, rasgos fundamentales en la formación de su personalidad.
o Elogiar sus buenas acciones en vez de rebajar su autoestima enfocando la atención sólo a lo que hace mal…
CINCO PUNTOS A TENER CLAROS EN EL PAPEL DE PADRES
o Estar relajados.
o Esperar a decir al niño lo que tiene que hacer hasta que sea realmente el momento oportuno.
o Atraer la atención del niño antes de hablarle: nos acercamos físicamente a él, pronunciamos su nombre, tocamos su hombro.
o Hablar con calma, con un tono de voz adecuado.
o Hablar con decisión. No expresarse autoritariamente, sino ser amable y resuelto, demostrarle que estamos convencidos de cuanto decimos.
¿CÓMO ACTUAR CON LOS HIJOS?
o Siempre que elogiemos o recriminemos un comportamiento, jamás comenzaremos con “eres….”. Siempre elogiaremos o recriminaremos la conducta “has recogido muy bien”.
o Digamos al niño lo que debe hacer y no lo que no debe hacer, es decir, hablemos en sentido positivo. Muchas veces caemos en este error.
o No digamos las cosas más que una vez. Si nos acostumbramos a repetir las cosas por sistema, le estamos enseñando a que no ponga atención la primera vez que le decimos las cosas, en lugar de esto podemos preguntarle: ¿qué te he dicho?.
o Dejemos que sea una sola persona la que diga al niño lo que tiene que hacer. La persona que inicia una situación que sea la que termine.
o Cuando queremos modificar alguna de las cosas que hace nuestro hijo, indiquémosle cómo puede hacer lo mismo de forma aceptable.
o A lo largo del día hay muchas cosas que los niños hacen bien y pocas cosas que hacen mal. Debemos fijarnos en las primeras, en las que hacen bien y reconocérselas. ¿A quien no le gusta oír lo bien que hacemos algo, lo bien que nos ha salido la comida, lo mucho que hemos ayudado, etc..?. a ellos también.
o Reconócele sus progresos, mejoras y esfuerzos privada y públicamente.
o Utiliza los incentivos y reconocimientos inmediatamente después de que ocurran las conductas deseables.
o Sorpréndele cuándo se porta bien y dile lo feliz que te hace ese buen comportamiento.
o Debemos ser pacientes y constantes y valorar lo pequeños progresos, tenemos que fijarnos y resaltar todo lo positivo.
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