TELEVISIÓN
La TV va a se una compañera a lo largo de la formación de vuestros hijos, pero puede ser una buena o mala compañera. Los niños destinan mucho tiempo al día a ver la televisión, una media de más de tres horas diarias y en fechas de vacaciones mucho más. Además la mayoría de los niños consideran la TV como la mejor opción de ocio.
Hay que ser conscientes de que la televisión hoy día ha dejado de ser el medio educativo e informativo que era antes puesto que la calidad de la programación se ha visto muy afectada en las cadenas por el objetivo de captar audiencias. En los niños, sus efectos pueden ser muy negativos ya que todavía no han desarrollado un espíritu crítico y están absolutamente abiertos a todo conocimiento que les venga de fuera.
Si queremos que la televisión siga siendo una herramienta educativa para los niños, es necesario que les enseñemos prácticas saludables para aprender a ver la televisión:
– Para ver la televisión y entenderla, hay que conocerla. Aprende a verla y enseña a tu hijo.
– Seleccionar con mucho cuidado los programas que ven: los padres deben tomar conciencia de que hay contenidos de televisión que pueden ser inadecuados para los niños, y asumir la responsabilidad de elegir los más idóneos para cada edad, una buena estrategia, en ocasiones, es grabar programas de calidad para verlos en otro momento.
– Los padres debéis ser compañeros de vuestro hijo, ayudándoles y guiándoles delante de la televisión.
– Es importante ver la televisión con los hijos, y aprovechar el potencial que tienen para crear una comunicación familiar en torno a los programas y sus contenidos.
– Es conveniente explicar al niño la diferencia entre realidad y ficción, vincular los actos a las consecuencias, y contrarrestar todo aquello que atente contra valores elementales.
– Hay que poner límites a la cantidad de tiempo que pasan frente a la televisión: los padres deben controlar el tiempo que los niños ven la televisión y ser un referente para ellos.
– A veces, no sólo puede ser contraproducente lo que ven los niños, sino lo que ven los niños que ven los padres. Consumir televisión de manera ilimitada y sin críticas, no es el mejor ejemplo.
– No pueden los padres enseñar a ver TV a sus hijos si ellos no lo hacen.
– Se debe evitar la tentación de acudir a la televisión como única forma de entretenimiento o diversión.
– Antes de encender la tele, es importante saber lo que se va a ver, y no encender la tele para ver lo que hay… Y saber cuándo apagarla.
– Crear el hábito de apagar la televisión cuando se termina el programa.
– Evitar el zapping. Solamente encender la televisión para mirar algún programa específico.
– Intentemos que la televisión no sea el centro del hogar sino un lugar de encuentro y comunicación del entorno familiar. Para ello es recomendable que no tengan TV en su cuarto. Cuantas menos TV por familia mayor comunicación.
– Saber que cuando los niños ven la televisión en su cuarto, disminuye la capacidad de los padres para supervisar los contenidos y merma la comunicación familiar.
– Enseñarles a tener una actitud crítica frente a los programas de televisión.
Los niños copian a sus padres, son su mejor modelo, por ello es importante que empiecen los padres a controlar la TV, encender la TV para aquellos programas que de verdad interesan. Tener la TV de fondo es uno de los mayores errores. Hoy en día se le otorga a la TV un papel imprescindible en los hogares y es una herramienta prescindible la mayor parte del día que puede ayudar en la educación de los hijos si se utiliza correctamente.
Comentarios recientes