EDUCAR PARA EL OCIO Y EL TIEMPO LIBRE
La Navidad es una época mágica para los niños, la viven con mucha ilusión. Es una época en la que hay muchos cambios, en el colegio hay ensayos de la función de Navidad, realizan actividades nuevas, decoran sus clases…. Vienen los Reyes Magos, Papá Noel, se hacen actividades diferentes….
En muchas ocasiones los adultos vivimos La Navidad sin ese mismo espíritu y debemos ser conscientes de que en el modo en que vivamos La Navidad los adultos influirá en el disfrute de los niños. Por eso es importante organizarnos bien Las Navidades para que no nos agobiemos con las cenas, comidas, regalos, decoración…
Existen muchas actividades de ocio que podéis realizar con vuestros hijos con el fin de dedicar un poco de vuestro “tiempo” a ellos y a vosotros como familia y así vivir La Navidad con ilusión y alegría.
¡Contagiémonos del espíritu navideño de los más pequeños!
Ir al teatro o al cine:
Además de favorecer la vida familiar, de fomentar la comunicación y de permitiros compartir con vuestro hijo un momento de ocio diferente, ir al teatro o al cine es una experiencia cultural y artística que le brindará la oportunidad de adentrarse en un universo y un lenguaje visuales que poco tienen que ver con los de la televisión o los juegos del ordenador.
Leemos:
Siempre es aconsejable dedicar al menos 5 minutos al día para disfrutar leyendo o contando cuentos en cualquier momento o lugar.
Decoramos nuestra casa:
Padres e hijos pueden poner los adornos de todos los años juntos, hacer dibujos para colagar en el árbol, adornar ventanas con siluetas de figuras con nieve, adornar la puerta de entrada de casa, hacer guirnaldas…
Conocemos la naturaleza:
Se trata de una actividad muy placentera para los niños: conocen los animales, las plantas, los árboles en su medio natural. Disfrutan jugando al aire libre, pasando el día en la Sierra, etc.
Utilizamos nuestras manos:
A través de actividades artísticas desarrolla su pensamiento creativo utilizando diversos materiales: plastilina, témperas, etc.
Escribir postales a familiares y amigos:
Os pueden ayudar dibujándolas y escribiéndolas. Si son demasiado pequeños pueden realizar el dibujo de la postal y vosotros escribir lo que os digan que quieren poner en la postal al primo, amigo, abuelo…. Se sienten mayores y les estáis implicando en todo aquello que conlleva La Navidad.
Nos contamos nuestras “pequeñas cosas”:
Es la mejor manera de utilizar el tiempo libre. De esta forma, se genera una relación de confianza, de diálogo entre padre-hijo, madre-hijo.
Aprendemos villancicos:
Es una actividad muy divertida para vuestros hijos, les gusta poder cantar aquellas canciones típicas de estas fiestas y aprender nuevas y sobre todo, poder cantarlas con la familia.
Puede ser una actividad que realice la familia de manera conjunta, esto será un recuerdo que lleven consigo siempre. Si sois los padres los que os encargáis de hacer esta actividad cuando están en el colegio, les hará mucha ilusión pero no la vivirán ni les resultará tan gratificante. En el caso de que vuestro belén sea complicado de poner y vuestros hijos muy pequeños siempre es recomendable que tengan ellos uno de plástico que puedan poner al mismo tiempo que vosotros os encargáis del otro.
Hacemos visitas a familiares:
Los niños vivirán las visitas con mucha emoción, sobre todo si se trata de familiares a los que no suelen ver a menudo.
Hacer la compra de turrones, polvorones…
Esta es otra actividad que podéis hacer sin ellos pero que al hacerles partícipes podéis comprobar cómo disfrutan y se divierten.
Participar en campaña de juguetes, operación kilo…
Son unas buenas fechas para fomentar la solidaridad, que descubran que hay familias y niños que no pueden celebrar La Navidad como nosotros y que no tienen para comer. Proponerles que cedan uno de sus juguetes (un juguete que les guste y no esté roto) a niños que no tienen nada o realizar con ellos la compra de comida para familias que no tienen para comer, serán actividades que no olvidarán fácilmente. Vuestra labor será transmitirles que hay que ser solidario y tener una actitud de ayuda, no solo en Navidades sino durante todo el año.
Televisión:
En Las Navidades los niños tienen unas vacaciones muy largas y si no os organizáis bien es fácil que vean demasiada televisión. El tiempo que un niño pasa frente a la televisión es tiempo que resta a otras actividades importantes como la lectura, las tareas escolares, el juego, el deporte, la interacción con la familia y el desarrollo social. Es importantísimo proporcionar y estimular al niño en éstas otras alternativas de ocupación del tiempo libre (tiene que existir un tiempo para todo). Los niños que miran demasiada televisión tienen mayor riesgo de:
o Leer menos libros.
o Disminuir su rendimiento en el colegio.
o Hacer menos ejercicio.
o Hablar menos con los otros miembros de la familia.
o Relacionarse menos con sus iguales.
La televisión no es negativa en sí misma, necesita que exista una orientación apropiada y un control por parte de los padres para que el niño pueda aprender a usar la televisión de una manera saludable y positiva. Entonces será una herramienta útil en el proceso de educativo de vuestros hijos.
Ayudarles a redactar su carta a los Reyes Magos o Papá Noel:
Debemos explicarles que no pueden pedir todo lo que ven el la TV, de ser así otros niños se quedarían sin juguetes. Transmitirles la importancia de compartir les ayudará en su formación como personas.
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