• Es importante informar a los niños sobre esta situación, la información les ayuda a reducir la incertidumbre y la ansiedad.
• Para que los niños comprendan la información hemos de adaptar el vocabulario utilizado a su edad y nivel de comprensión.
• Preguntarles que saben acerca del tema para detectar los errores que ellos mismos han elaborado oyendo una cosa de aquí y otra  de allá y creando su propia explicación.
• Es importante transmitirles que la mayoría de gente que enferma solo tienen sintomatología leve y se recuperan con facilidad. Pero que el virus muy peligroso para las personas mayores y con otras enfermedades. Por eso no podemos ir a visitar a los abuelos.
• Les explicamos que es muy importante la higiene, el lavado de manos y quedarnos en casa y evitar contacto con otras personas.
• Les contaremos también que por suerte hay muchos médicos y enfermeras que trabajan mucho para poder curarnos y muchos científicos que trabajan duro para encontrar una vacuna. Además, policías, bomberos, cajeros de supermercados….y muchos más trabajan para ayudar a todos.
• Les diremos que es muy importante:
  • Quedarnos en casa
  • Lavarnos a menudo las manos
  • Al toser o estornudad cubrirse la boca y la nariz con el codo
  • Evitar el contacto físico con otras personas.
•  Hablaremos del tema en casa con normalidad.
• Estaremos atentos para poder resolver todas las dudas que tengan acerca del tema y poder hablar de sus sentimientos: miedo, tristeza, incertidumbre….
• Es importante estar informados pero no sobre-informados.
• Muy importante mantener los horarios y rutinas familiares: sueño, alimentación, baño, juegos….

Y por último y no menos importante

APROVECHAR ESTOS DÍAS PARA DISFRUTAR DE LAS PEQUEÑAS COSAS QUE NORMALMENTE NO VALORAMOS Y DISFRUTAR DEL TIEMPO EN FAMILIA.

La entrada COMO MANEJAR LA SITUACIÓN DE ALERTA SANITARIA CON LOS NIÑOS se publicó primero en BIAMA PSICÓLOGOS.

El estudio es una responsabilidad que tiene el niño, los padres debemos acompañarles en ese proceso pero no estudiar por ellos, así nos encontramos con padres agotados que se acuestan a altas horas de la madrugada haciéndole los esquemas a sus hijos para que puedan estudiar después de realizar las tareas propias de los padres, hacer la cena, acompañar a los hijos a la cama…después de todo eso…. A estudiar por ellos!!!

Sé que cada casa en un mundo y cada niño también pero estamos haciendo un flaco favor a nuestro hijo estudiando por él, los niños desde bien pequeños deben asumir responsabilidades y los deberes y el estudio es una de ellas ya que desde bien pequeños aprenderán con eso que las cosas se consiguen con esfuerzo y el aprobado o el suspenso depende de ellos y no de ningún agente externo (cuando hablo de este modo me refiero siempre a niños que no tiene ninguna dificultad en su aprendizaje, niños con unas capacidades suficientes como para poder sacar el curso adelante por ellos mismos).

Por ello  os aconsejo que sigáis los siguientes pasos a la hora de hacer los deberes con vuestros hijos:

• Lo primero que debemos de hacer al llegar a casa y tras la merienda es ver con el niño la agenda para saber si tiene deberes o no, el juego y la TV deben ser posteriores a los deberes. Animaremos a hacer los deberes y después podrán tener tiempo para jugar, ver la TV….
• Veremos en la agenda los deberes que tenemos y leeremos con ellos los ejercicios para cerciorarnos que los entienden y lo saben hacer.
• Calcularemos el tiempo que puede emplear en hacer esos ejercicios dependiendo de la dificultad y les diremos “tendrás que hacer estos ejercicios en 10 minutos en ese tiempo vendré y lo revisare contigo”, ahí es cuando los dejamos solos (si permanecemos en la misma habitación debemos dejar que hagan solos los ejercicios).
• Volveremos pasado ese tiempo y animaremos a que repase lo que ha hecho con el fin de que pueda corregir los errores, es muy importante que el niño se de cuenta si ha cometido un error para poder corregirlo.

Siguiendo estos pasos lo que estamos haciendo es acompañar a nuestros hijos en el proceso pero al final el peso de hacer los deberes recae en ellos, así ayudaremos a nuestro hijo a crear un hábito de estudio tan necesario en las etapas más avanzadas de la escolarización.

La entrada Cómo puedo ayudar a mi hijo con los deberes se publicó primero en BIAMA PSICÓLOGOS.

Cuando un niño presenta bajo rendimiento escolar o se observa dificultad en el aprendizaje de conocimientos básicos, es aconsejable realizar una evaluación psicopedagógica que nos ayudará a detectar las posibles causas de ese bajo rendimiento escolar y poder adaptar las ayudas necesarias a las dificultades del niño.

La evaluación psicopedagógica es “un proceso de recogida, análisis y valoración de la información relevante relativa a los diferentes elementos que intervienen en el procesos de enseñanza aprendizaje, para identificar las necesidades educativas de diferentes alumnos que presentan o pueden presentar desajustes en su desarrollo personal y/o académico, y para fundamentar o concretar las decisiones respecto a la propuesta curricular y al tipo de ayudas que aquellos pueden precisar para progresar en el desarrollo de las distintas capacidades” (O.M. de 14 de febrero de 1996).  El objetivo de la evaluación  psicopedagógica será recoger información del alumno dentro del contexto donde se desarrolla su proceso de aprendizaje, para determinar cuál es el mejor modo de responder sus características y determinar, si tiene especiales dificultades, qué recursos complementarios se necesitan.

En el proceso de evaluación psicopedagógica, hay que recoger datos del alumno (condiciones personales, su historia escolar, aspectos de su desarrollo, nivel de competencia curricular y estilo de aprendizaje), del contexto (entorno familiar, escolar y social).La recogida de información se realizará a través de distintas técnicas e instrumentos: test estandarizados de carácter cuantitativo y entrevistas, observación cuestionarios de carácter cualitativo. Toda la información quedara recogida en el informe psicopedagógico que se entregará a la familia.

Del análisis de todos los datos obtenidos, se determinarán las dificultades educativas especiales que el niño presenta y se darán orientaciones sobre las medidas a llevar a cabo.

La entrada MI HIJO SACA MALAS NOTAS ¿QUÉ HAGO? se publicó primero en BIAMA PSICÓLOGOS.

Yo me pregunto, ¿cada vez que no haces las cosas como tu jefe quiere, te pega?? Espero que la respuesta sea que no, de la misma manera, ¿porque creen que es necesario hacerlo con los niños?

Enseñando con cachetes, lo único que vamos a enseñar a nuestro hijo es a tenernos miedo y no hará las cosas porque crea que se deben hacer sino por miedo al cachete. También les estamos enseñando que se les puede faltar al respeto y así no favorecemos su autoestima.

Los niños aprenden con el ejemplo de los padres y por imitación, si tÚ tratas de enseñar a tu hijo a base de cachetes, tu hijo muy probablemente lo verá normal y lo «practicara» con sus amigos.

Hay muchas formas de enseñar a los niños mucho más efectivas, el refuerzo positivo es una de ellas y todo cargado de una buena dosis de amor y paciencia.

Y siempre recuerda: ERES EL ESPEJO EN EL QUE TU HIJO SE REFLEJA.

La entrada ¿Es necesario pegar a los niños para que aprendan? se publicó primero en BIAMA PSICÓLOGOS.

Os comento aquí algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir centro educativo, que espero que os sirvan de gran ayuda.

• Distancia: ¿A qué distancia se encuentra de casa? ¿Iremos en transporte, en coche, andando? Es un aspecto muy importante a tener en cuenta ya que son muchos años de escolaridad y en muchas ocasiones la logística familiar es complicada.

• Servicios con los que cuenta el colegio: es interesante saber si el colegio cuenta con servicio de desayuno, comedor, actividades extraescolares…muchas veces estos servicios son de gran ayuda para poder llevar a cabo la conciliación familiar.

• Proyecto educativo: cómo se trabaja en el colegio y los valores que van a ser transmitidos a los niños.

• Bilingüe o no, importancia de los idiomas: actualmente contamos con esta opción tanto en colegios privados como concertados y públicos.

• Aulas por curso: un aspecto a tener en cuenta es la cantidad de aulas por curso y los alumnos por clase, que puede variar dependiendo de la localidad en la que vivas.

• Instalaciones: si cuenta con pizarras electrónicas, gimnasio….

Por último comentaros el aspecto más importante, fijaros siempre en las capacidades de vuestro hijo, muchas veces la pregunta no es ¿Este colegio es bueno? Sino…  ¿Este colegio es bueno para mi hijo?

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Las dificultades llegan cuando ese nivel de ansiedad es elevado o muy elevado. Puede ser porque no hayamos preparado bien la materia que se está evaluando, en cuyo caso tendríamos que revisar cómo nos hemos planificado y organizado el estudio de este examen.

En otras ocasiones, hay estudiantes que se preparan muy bien un examen y acuden a él con la seguridad de controlar la materia que se va a evaluar, pero cuando llegan al examen comienzan a sentir una tensión muy elevada, sin causa aparente.
Las consecuencias de esto son que se hará una lectura deficiente de las preguntas, se queda la mente en blanco, confusión en las respuestas…

Algunos trucos que se pueden emplear son los siguientes:

–          Entrenar técnicas de relajación y respiración. Esta última se puede hacer mientras estamos en el examen.

–          Antes de comenzar a escribir, leer todas las preguntas y comenzar por aquellas que sepa contestar mejor. Si no se la respuesta de una pregunta pasaré a la siguiente.

–          Si me quedo “en blanco”, debo escribir algo, lo que sea. La información está en mi cabeza, por lo que escribiendo acabará llegando la información que estoy buscando. En cualquier momento puede llegar el estímulo que la traiga a mi memoria.

–          Dormir bien la noche anterior

–          El día anterior es para repasar.

–          No ir al examen con el estómago vacío.

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Seguimos con el tema de los regalos de Navidad, en ésta época cuando empezamos a pensar en qué regalar aun niño, nos encontramos con estas frases o comentarios: el niño no se emociona con los regalos, parece que nada le hace ilusión, no sabe jugar con nada, no tiene imaginación….

 La mayoría de los niños reciben muchos más regalos de los que en realidad necesitan.

El síndrome del niño hiperregalado define la tendencia a suplir con regalos el tiempo que los padres y madres no pasan con sus hijos. Esto provoca que los niños no aprecien los juguetes que reciben, pierdan la ilusión, y se vuelvan caprichosos, egoístas y consumistas. El niño que recibe muchos regalos aprende a no pedir tiempo de sus padres porque sabe que están demasiado ocupados. “Cariño toma la muñeca y ahora deja que mami trabaje un rato más”.

Un exceso de juguetes puede provocar en los niños:

Ø  Bajo nivel de tolerancia a la frustración

Los padres que dan a sus hijos todo lo que piden sin explicarles el sacrificio y esfuerzo que han hecho para darles el regalo convierte a los niños en personas egocéntricas y que creen merecerlo todo. Los niños no desarrollan su capacidad para resolver los problemas, afrontar situaciones difíciles y la frustración, algo fundamental en la vida.

Ø  Sobreestimulación

Los niños reciben tantos juguetes que son incapaces de prestarles atención y dedicar tiempo a jugar con cada uno de ellos. Como mucho, acaban centrándose en uno y el resto acaban olvidados y desaprovechados.

Ø  Limita la fantasía

Muchos juguetes están orientados al desarrollo de sus habilidades motoras y cognitivas, sin embargo, demasiados juguetes provocan aburrimiento y acaban con la fantasía. También es posible jugar sin juguetes, cuando no hay un guión es cuando más pueden desarrollar su creatividad.

Ø  Pérdida de ilusión

Tantos juguetes hacen que los niños no valoren lo que reciben, es decir, que pierdan la ilusión por el regalo y por descubrir su contenido. Pasan a pedir un juguete por la satisfacción de tenerlo.

 Ø  Desarrolla antivalores

Si reciben demasiados regalos estos pierden valor para los niños, ya que no comprenden su importancia ni el esfuerzo que han hecho las personas que se los han regalado. Esto puede provocar en ellos comportamientos egoístas y consumistas.

Nunca debemos olvidar que EL MEJOR REGALO QUE LE PODEMOS DAR A NUESTROS HIJOS ES MUCHO AMOR Y DEDICARLES NUESTRO TIEMPO. 

La entrada ¿Qué pasa cuando los niños reciben regalos excesivos? se publicó primero en BIAMA PSICÓLOGOS.

Aún queda tiempo para que lleguen los Reyes Magos pero ya en las grandes superficies podemos ver los adornos navideños, los turrones y mazapanes y cómo no, ha aumentado la sección de juguetes, los niños ya están pensando en todas las cosas que  van a pedir a los Reyes.

Nuestra responsabilidad como padres es regular los deseos de nuestros hijos según nuestras posibilidades económicas y nuestra filosofía de vida. No vamos a traumar al niño porque no reciban todos los juguetes que piden en la carta. Al contrario, les hacemos un flaco favor si recibe un número excesivo de regalos.

¿Cómo hacer que los Reyes traigan los regalos adecuados sin caer en un consumismo excesivo? Ya sabemos que cuando llegan estas fechas toda la familia compite por pedir el mejor regalo para el niño, el más grande, el más caro…sin pararse a pensar muchas veces en las necesidades del niño o en la repercusión que puede tener eso en un futuro.

¿Cómo elegir los juguetes que los niños realmente necesitan?

Al regalar juguetes a los niños se deben elegir aquellos que estén adaptados a su edad, que les ayuden en su crecimiento y desarrollo, que les permitan evolucionar como personas y que les inviten a usar la imaginación y a colaborar. Por ejemplo, los juegos de mesa que enseñan a compartir, a interactuar con otras personas, a respetar unas normas y unos turnos, a tolerar la frustración y a saber ganar o perder.

Hay un aspecto muy importante que se debe tener en cuenta al elegir un juguete para su hijo y es que el mejor juguete no es necesariamente el más caro. Y aunque es importante tener en consideración que el niño desea un juguete, porque le hace mucha ilusión, no es conveniente comprar juguetes si es para satisfacer un capricho momentáneo.

Tampoco es conveniente suponer que el niño va a desear determinado juguete porque “le va a hacer mucha ilusión”, si el niño no lo ha verbalizado puesto que, aunque así fuera, el exceso de juguetes impide el desarrollo de la fantasía y acaba provocando aburrimiento.

Por eso os recomiendo la regla de los 4 regalos

1. Un regalo que pueda usar: ropa, zapatos, accesorios.
2. Un libro.
3. Un regalo que desee mucho.
4. Algo que necesite.

Además de hacer regalos, son fechas muy familiares así que aprovecha para pasar tiempo con el niño y en vez de comprar tantos regalos planifica tiempo de ocio en familia, REGALALÉ EXPERIENCIAS Y TU TIEMPO!!

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Llega el mes de octubre y con él la rutina, la mayoría de los niños ya están adaptados al colegio y ahora es cuando debemos de empezar a poner límites que en verano hemos tenido un poco olvidados ya que es época de relajarnos y disfrutar en familia. ¿Cómo podemos poner los límites? 

Cuando necesitamos decir a nuestros hijos que deben hacer algo y «ahora» (recoger los juguetes, irse a la cama, etc.), debemos tener en cuenta algunos consejos básicos:

1. Objetividad. Es frecuente escuchar en nosotros mismos y en otros padres expresiones como «Pórtate bien», «sé bueno», o «no hagas eso». Estas expresiones significan diferentes cosas para diferentes personas. Nuestros hijos nos entenderán mejor si marcamos nuestras normas de una forma más concreta.

2. Opciones. En muchos casos, podemos dar a nuestros hijos una oportunidad limitada para decidir cómo cumplir sus «órdenes». La libertad de oportunidad hace que un niño sienta una sensación de poder y control, reduciendo las resistencias. Por ejemplo: «Es la hora del baño. ¿Te quieres duchar o prefieres bañarte?». «Es la hora de vestirse. ¿Quieres elegir un traje o lo hago yo? Esta es una forma más fácil y rápida de dar dos opciones a un niño para que haga exactamente lo que queremos.

3. Firmeza. En cuestiones realmente importantes, cuando existe una resistencia a la obediencia, nosotros necesitamos aplicar el límite con firmeza. Por ejemplo: «Vete a tu habitación ahora» o «¡Para!, los juguetes no son para tirar» son una muestra de ello. Los límites firmes se aplican mejor con un tono de voz seguro, sin gritos, y un gesto serio en el rostro. Los límites más suaves suponen que el niño tiene una opción de obedecer o no. Ejemplos de ligeros límites: «¿Por qué no te llevas los juguetes fuera de aquí?»; «Debes hacer las tareas de la escuela ahora»; » Vente a casa ahora, ¿vale?» o «Yo realmente deseo que te limpies».

4. Acentúa lo positivo. Los niños son más receptivos al «hacer» lo que se les ordena cuando reciben refuerzos positivos. Algunas represiones directas como el «no» o «para» dicen a un niño que es inaceptable su actuación, pero no explica qué comportamiento es el apropiado. En general, es mejor decir a un niño lo que debe hacer («Habla bajo») antes de lo que no debe hacer («No grites»).

5. Guarda distancias. Cuando decimos «quiero que te vayas a la cama ahora mismo», estamos creando una lucha de poder personal con nuestros hijos. Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal. Por ejemplo: «Son las 8, hora de acostarse» y le enseñas el reloj. En este caso, algunos conflictos y sentimientos estarán entre el niño y el reloj.

6. Explica el porqué. Cuando un niño entiende el motivo de una regla como una forma de prevenir situaciones peligrosas para sí mismo y para otros, se sentirá más animado a obedecerla. De este modo, lo mejor cuando se aplica un límite, es explicar al niño porqué tiene que obedecer. Entendiendo la razón, los niños pueden desarrollar valores internos de conducta o comportamiento y crear su propia conciencia.

7. Sugiere una alternativa. Siempre que apliques un límite al comportamiento de un niño, intenta indicar una alternativa aceptable. Sonará menos negativo y tu hijo se sentirá compensado. De este modo, puedes decir: «ese es mi pintalabios y no es para jugar. Aquí tienes un lápiz y papel para pintar». Al ofrecerle alternativas, le estás enseñando que sus sentimientos y deseos son aceptables. Este es un camino de expresión más correcto.

8. Firmeza en el cumplimiento. Una regla puntual es esencial para una efectiva puesta en práctica del límite. Una rutina flexible (acostarse a las 8 una noche, a las 8 y media en la próxima, y a las 9 en otra noche) invita a una resistencia y se torna imposible de cumplir. Rutinas y reglas importantes en la familia deberían ser efectivas día tras día, aunque estés cansado o indispuesto. Si das a tu hijo la oportunidad de dar vueltas a sus reglas, ellos seguramente intentarán resistir.

9. Desaprueba la conducta, no al niño. Deja claro a tus hijos que tu desaprobación está relacionada con su comportamiento y no va directamente hacia ellos. No muestres rechazo hacia los niños. Antes de decir «eres malo», deberíamos decir «eso está mal hecho» (desaprobación de la conducta).

10. Controla las emociones. Los investigadores señalan que cuando los padres están muy enojados castigan más seriamente y son más propensos a ser verbalmente y/o físicamente abusivos con sus niños. Hay épocas en que necesitamos llevar con más calma la situación y contar hasta diez antes de reaccionar. La disciplina consiste básicamente en enseñar al niño cómo debe comportarse. No se puede enseñar con eficacia si somos extremamente emocionales. Delante de un mal comportamiento, lo mejor es contar un minuto con calma, y después preguntar con tranquilidad, «¿que ha sucedido aquí?». Todos los niños necesitan que sus padres establezcan las guías de consulta para el comportamiento aceptable. Cuanto más expertos nos hacemos en fijar los límites, mayor es la cooperación que recibiremos de nuestros niños y menor la necesidad de aplicar consecuencias desagradables para que se cumplan los límites. El resultado es una atmósfera casera más agradable para los padres y los hijos.

La entrada ¿Cómo poner límites? se publicó primero en BIAMA PSICÓLOGOS.

La autonomía, tan importante para todos los niños pero a los padres parece que nos cuesta otorgarla.

Como todo en la vida, la autonomía es un aprendizaje y lleva su tiempo enseñarla, por eso debemos fomentarla desde edades muy tempranas e ir aumentando poco a poco las exigencias. Todos tenemos claro que queremos que nuestros hijos se conviertan en adultos autónomos, capaces de hacer las cosas que se propongan, formar una familia, tener su independencia, mantener un trabajo estable… pero cuando podemos empezar a pedirles cosas?? Si con 2, 4, 7, 9, 11… años no fomentamos su autonomía, llegaran a ser adolescentes inmaduros sin autonomía ni seguridad en sí mismos ya que nunca se lo hemos enseñado.

Desde la pedagogía Montessori nos dan una guía de cosas que los niños pueden hacer según la edad y nos puede servir de, mucha ayuda para saber si estamos pidiendo demasiado a nuestros hijos o por el contario deberíamos de dar más responsabilidades.

De esta forma los niños pueden colaborar en muchas tareas del hogar ayudando así al mejor funcionamiento de la casa y descargando así de tareas a los padres, seguro que de esta forma sacaremos más tiempo para estar con nuestros hijos y eso ellos lo valorarán mucho.

2- 3  años

–          Guardar los juguetes en la caja

–          Poner los libros en su sitio

–          Poner la ropa sucia en la lavadora

–          Tirar las cosas a la basura

–          Poner la mesa

–          Ir a buscar pañales y toallitas

4 – 5 años

–          Alimentar a las mascotas

–          Recoger los juguetes

–          Recoger la habitación

–          Regar las plantas

–          Hacer la cama

–          Limpiar y ordenar los cubiertos

–          Preparar aperitivos sencillos

–          Recoger la mesa

6 – 7 años

–          Recoger la basura

–          Doblar toallas

–          Limpiar el suelo con la mopa

–          Vaciar el lavavajillas

–          Doblar los calcetines limpios

–          Pelar patatas y zanahorias

–          Cambiar el rollo del WC

8 – 9  años

–          Llenar el lavavajillas

–          Poner la lavadora

–          Colocar la ropa limpia

–          Limpiar el polvo

–          Guardar la comprar

–          Sacar el perro

–          Limpiar la mesa

10 – 11 años

–          Limpiar los baños

–          Preparar una comida simple

–          Barrer la habitación

–          Limpiar la encimera

12 o más años

–          Fregar el suelo

–          Ir a la compra con una lista

–          Limpiar cristales

–          Planchar la ropa

–          Vigilar a hermanos pequeños

Aquí tienes un montón de ideas, adecúalas a tu familia y fomenta la autonomía en tus hijos, ellos lo agradecerán y tú también.

¿Cómo lo ponemos en práctica?

Cuando hemos decidido lo que vamos a pedir a cada uno de nuestros hijos según su edad, debemos llevar a cabo un plan de acción.

1º Debemos explicar muy bien lo que tiene que hacer, cuándo y cómo y enseñarle haciéndolo nosotros primero, hay que asegurarse de que lo ha entendido bien.

2º Hay que practicar, primero con ayuda e ir quitándola poco  a poco, el primer día no saldrá bien pero cada paso aproximado a la conducta que deseamos conseguir lo vamos a valorar.

3º Por último y una vez retirada toda la ayuda, supervisar y valorar la realización de la tarea.

Ya solo queda ponerlo en práctica….hoy puede ser un buen día para empezar!!! Ánimo!!

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