Seguimos con el tema de los regalos de Navidad, en ésta época cuando empezamos a pensar en qué regalar aun niño, nos encontramos con estas frases o comentarios: el niño no se emociona con los regalos, parece que nada le hace ilusión, no sabe jugar con nada, no tiene imaginación….christmas-1217252_1280

 La mayoría de los niños reciben muchos más regalos de los que en realidad necesitan.

El síndrome del niño hiperregalado define la tendencia a suplir con regalos el tiempo que los padres y madres no pasan con sus hijos. Esto provoca que los niños no aprecien los juguetes que reciben, pierdan la ilusión, y se vuelvan caprichosos, egoístas y consumistas. El niño que recibe muchos regalos aprende a no pedir tiempo de sus padres porque sabe que están demasiado ocupados. “Cariño toma la muñeca y ahora deja que mami trabaje un rato más”.

Un exceso de juguetes puede provocar en los niños:

Ø  Bajo nivel de tolerancia a la frustración

Los padres que dan a sus hijos todo lo que piden sin explicarles el sacrificio y esfuerzo que han hecho para darles el regalo convierte a los niños en personas egocéntricas y que creen merecerlo todo. Los niños no desarrollan su capacidad para resolver los problemas, afrontar situaciones difíciles y la frustración, algo fundamental en la vida.

Ø  Sobreestimulación

Los niños reciben tantos juguetes que son incapaces de prestarles atención y dedicar tiempo a jugar con cada uno de ellos. Como mucho, acaban centrándose en uno y el resto acaban olvidados y desaprovechados.

Ø  Limita la fantasía

Muchos juguetes están orientados al desarrollo de sus habilidades motoras y cognitivas, sin embargo, demasiados juguetes provocan aburrimiento y acaban con la fantasía. También es posible jugar sin juguetes, cuando no hay un guión es cuando más pueden desarrollar su creatividad.

Ø  Pérdida de ilusión

Tantos juguetes hacen que los niños no valoren lo que reciben, es decir, que pierdan la ilusión por el regalo y por descubrir su contenido. Pasan a pedir un juguete por la satisfacción de tenerlo.

 Ø  Desarrolla antivalores

Si reciben demasiados regalos estos pierden valor para los niños, ya que no comprenden su importancia ni el esfuerzo que han hecho las personas que se los han regalado. Esto puede provocar en ellos comportamientos egoístas y consumistas.

Nunca debemos olvidar que EL MEJOR REGALO QUE LE PODEMOS DAR A NUESTROS HIJOS ES MUCHO AMOR Y DEDICARLES NUESTRO TIEMPO. 

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